La policía federal de Brasil arrestó a cuatro altos oficiales del ejército bajo sospecha de haber formado parte de un complot para asesinar al entonces presidente electo Lula da Silva, en un intento de evitar su toma de posesión en enero de 2023. El hecho ocurrió en el marco de un contexto de extrema polarización que culminó con el asalto a la plaza de los Tres Poderes en Brasilia por parte de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro.
La conspiración, que formaba parte de un intento de golpe de Estado para evitar el regreso de Lula al poder, también contemplaba la captura y ejecución del juez Alexandre de Moraes, quien en ese momento presidía el Tribunal Electoral y es miembro del Tribunal Supremo.
La policía federal de Brasil reveló estos planes de asesinato justo en el segundo día de la cumbre del G20, que reúne en Río de Janeiro a los líderes de las principales economías del mundo. Los uniformados, incluido un exasesor del expresidente Bolsonaro, fueron detenidos en Río de Janeiro.
Quiénes son los detenidos por el complot contra Lula da Silva
Los detenidos son el general Mario Fernandes, quien en ese momento era asesor del expresidente Jair Bolsonaro, y tres tenientes coroneles con "conocimientos operativos militares avanzados". La policía federal reveló que el complot fue denominado "Puñal Verde y Amarillo", en referencia a los colores de la bandera nacional. De acuerdo con un informe de la policía, los presuntos golpistas planeaban envenenar a Lula da Silva antes de la toma de posesión, que estaba prevista para el 1 de enero de 2023.
Además, tenían como objetivo al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, quien se convirtió en un blanco constante de la derecha brasileña por las investigaciones que dirigió contra el expresidente Bolsonaro.
El complot habría ocurrido tras el triunfo de Lula da Silva en 2022 en medio de un contexto de polarización política.
"Fueron detenidos en un operativo para desmantelar una organización criminal encargada de planificar un golpe de Estado para impedir que el gobierno legítimamente elegido en las elecciones de 2022 tome posesión del cargo", explicó la policía.
Según indicaron fuentes policiales a AFP, un policía también fue detenido en relación con el caso. El ejército brasileño, por su parte, negó que los arrestados estuvieran involucrados en el despliegue de seguridad del G20 y aclaró en un comunicado que "no existe vínculo alguno con la cumbre en curso".
La investigación
El arresto de los oficiales se produjo una semana después de un intento de atentado con bomba en la Corte Suprema, llevado a cabo por un presunto militante de la extrema derecha, quien se suicidó en el proceso. Los detalles del complot contra Lula, en tanto, revelan que los golpistas pretendían crear un "gabinete de crisis" para tomar el control del país, como parte de sus esfuerzos para derrocar al nuevo gobierno.
Los detenidos enfrentan cargos de "intento violento de derrocar al gobierno, conspiración golpista y pertenencia a una organización criminal". El hecho rememora a los disturbios ocurridos el 8 de enero de 2023, cuando miles de partidarios de Bolsonaro irrumpieron en edificios gubernamentales en Brasilia, lo que fue comparado con el asalto al Capitolio de los Estados Unidos en 2021, realizado por seguidores de Donald Trump que no reconocían la derrota frente a Joe Biden.